La osteopatía es una terapia que considera al paciente en su globalidad y no por su enfermedad o sintomatología.
Confía y apoya las fuerzas terapéuticas innatas de auto curación y auto reparación propias de cada individuo dependiendo de su historia de vida. Este movimiento fisiológico involuntario que acompaña a estas fuerzas terapéuticas, llamado “aliento de vida” o “breath of life”, se puede sentir en todo el cuerpo y es una expresión del estado de salud y bienestar de la persona.
El cuerpo humano es una unidad funcional y el tratamiento osteopático se basa en un buen conocimiento de la anatomía, la fisiología, la semiología, la histología y la embriología. Un cuerpo con libertad de movimiento y libre para cambiar en su totalidad garantiza un intercambio de fluidos a través de los tejidos y órganos que es fundamental para la salud.
Una persona saludable es capaz de responder a los sucesos de la vida, tales como accidentes, infecciones y estrés emocional, volviendo a restablecer la salud óptima.
La mayoría de la población no tiene buena salud porque acarrea los efectos de los sucesos de la vida, así como traumas, enfermedades, intervenciones quirúrgicas, etc., lo que provoca tensiones y desequilibrios que aumentan con el paso de los años, mas dificultades para absorber el estrés y es entonces cuando aparecen los síntomas y la enfermedad.
Hay muchas causas que provocan el dolor de espalda, y la prevención y el tratamiento deben ser lo más eficaz posible.
El dolor de espalda, en general, a menudo se remonta a un accidente o trauma que no siempre surge inmediatamente después de la lesión, ya que nuestro cuerpo tiene capacidad para adaptarse a las lesiones y tensiones, pero una vez sobrepasado el límite de adaptación, aparecen las molestias y el dolor (contracturas musculares, lumbálgias, cervicálgias, ciatiálgias, pinzamientos, dolor por sobrecarga, tensiones en articulaciones…).
Los síntomas comunes asociados al estrés a parte del dolor de espalda son: fatiga, cambios de humor o depresión, trastornos del sueño, dolor de cabeza, problemas menstruales, problemas digestivos y vulnerabilidad a las infecciones debido a un sistema inmune agotado. Muchos de estos problemas mejoran después de un tratamiento osteopático.
El embarazo es una experiencia única y potente que comporta enormes cambios físicos, hormonales y emocionales durante un corto período de tiempo. El cuerpo debe adaptarse a transportar más peso, a cambios posturales bruscos, a mas laxitud y a veces la adaptación puede verse comprometida.
El tratamiento osteopático puede ayudar al cuerpo a adaptarse mejor a todo este proceso de cambio y hacer que el embarazo sea mucho más cómodo. Preparar el cuerpo para el parto y ayudar a la madre en la recuperación post parto.
El nacimiento es uno de los eventos más estresantes de nuestra vida. El bebé está sometido a grandes fuerzas en el momento del parto: la que ejerce el útero cuando lo empuja para expulsarlo y la fuerza de resistencia del canal del parto.
El bebé tiene que girar, torcerse y abrirse paso a través de los huesos de la pelvis de la madre. La cabeza contiene el sistema nervioso del bebé; durante el parto el cráneo se moldea o distorsiona, ya que se comprime a través del canal del parto, y muchos bebés nacen con una cabeza de forma extraña. En los primeros días, el cráneo puede mejorar y moldearse al liberar las tensiones mediante la succión, el lloro o los bostezos del bebé. Sin embargo, este proceso es a menudo incompleto, especialmente si el parto ha sido largo y difícil. Es entonces, cuando el cuerpo tiene que compensar y adaptar estas tensiones mientras se va desarrollando. Esto conlleva que los tejidos afectados crezcan distorsionados y que el sistema vaya perdiendo su homeóstasis (equilibrio global del cuerpo).
Cuando los osteópatas examinan a los bebés, a menudo encuentran tensión en la columna y el cráneo y eso es indicativo de que el bebé se siente incómodo, irritable, tiene cólicos y alteraciones del sueño.
Después del tratamiento osteopático podemos apreciar mejoría en el cólico del lactante, en los hábitos del sueño y disminución de la irritabilidad, de modo que el bebé se muestra más calmado, sonriente y feliz.
Es importante acompañar en el crecimiento tanto físico como emocional del niño,
Los accidentes, caídas o vivencias emocionales en la infancia no suelen ser graves como para causar un trauma, pero los efectos, tales como compresión y bloqueos en ciertas áreas o tensión general, pueden dar problemas en un futuro. Pueden interferir en el crecimiento y en el comportamiento del niño, en los patrones de sueño y en la salud general causando molestias y dolores. Tal como escoliosis, dismetría pélvica, desalineación en las piernas, pies planos, etc.
Un niño que se siente incomodo y no puede quedarse quieto o relajarse le resultará muy difícil concentrarse y aparecerán dificultades de aprendizaje.
Este término amplio incluye algunas condiciones comunes como la dislexia, la dispraxia y el déficit de atención con o sin hiperactividad (tda-h). Hay muchos niños que no se pueden incluir en ningunos de estos términos porque tienen sus propias dificultades de aprendizaje.
La osteopatía es de gran ayuda en todos estos casos, liberando las tensiones físicas y craneales que interfieren en la capacidad de atención del niño.
en las personas mayores el tratamiento osteopático ayuda a mantener la movilidad, a aliviar dolores y molestias en la medida de lo posible; en resumen, a promover su bienestar general y mejorar la calidad de vida. El osteópata trata a la persona, no sólo los síntomas, y por lo tanto puede ayudar en una gran variedad de problemas.
La osteoartritis y la artrosis son los síntomas más comunes del envejecimiento. El tratamiento osteopático mejora la circulación alrededor de la articulación, mejora la movilidad, alivia las viejas tensiones y permite que las articulaciones trabajen de manera más equilibrada y con mayor facilidad. Muchas veces esto retrasa la necesidad de una cirugía de reemplazo.
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